Alrededor de 12,3 millones de conductores españoles (un 45% del total) ha sufrido alguna vez una acción vandálica en sus coches, sobre todo arañados en la pintura y en la calle, y en casi la mitad de los casos el responsable del acto no deja sus datos, lo que impide cualquier reclamación a las aseguradoras.
Esa es una de las conclusiones principales del estudio ‘Stop incivismo. ‘Pasar la llave’: radiografía del vandalismo vial en España’, elaborado por Línea Directa Aseguradora a partir de una encuesta realizada por la consultora MDK a 1.700 personas con carné de conducir entre los pasados 25 de enero y 2 de febrero.
El estudio fue presentado este martes en una rueda de prensa telemática por Mar Garre, directora de Personas, Comunicación y Sostenibilidad de Línea Directa Aseguradora, quien destacó que la investigación aborda «un problema social» que conviene «perseguir» porque se trata de actos que «causan daños de manera injustificada», en algunos casos constitutivos de delito, y el coste de la mayoría de ellos debe asumirlo el propietario del vehículo al contar con un seguro a terceros.
El trabajo diferencia dos tipos de ‘vandalismo vial’: el ocasionado por alguien que provoca daños intencionadamente en un vehículo y el de ‘conductores a la fuga’ que ocasionan un siniestro y no dejan sus datos para evitar sus consecuencias.
Así, causar daños en un coche con mala fe supone una multa de 6 a 24 meses si el coste de los desperfectos supera los 400 euros o una multa de uno a tres meses si el coste es inferior. Darse a la fuga sin víctimas acarrea una multa de hasta 200 euros; si hay víctimas, puede ser por imprudencia (prisión de seis meses a cuatro años y de uno a cuatro años sin carné) o fortuito (prisión de tres a seis meses y retirada del permiso de conducir de seis meses a dos años).
Las aseguradoras asumen el coste de la reparación en los casos de seguro a todo riesgo (aunque pueden penalizar a los conductores en la renovación), situación diferente a los de seguro a todo riesgo con franquicia (el dueño paga una parte) y a terceros (el propietario lo paga todo).
Según la Fundación Línea Directa, estos siniestros suponen unos 930 millones de euros anuales para las aseguradoras, si bien su cobertura varía si son actos vandálicos (el 54% lo asume el propietario) o con ‘conductores a la fuga’ (un 41% lo costea el dueño).
‘PASAR LA LLAVE’
En cuanto a las acciones vandálicas, popularmente conocidas como ‘pasar la llave’, unos 12,7 millones de conductores admiten haberlos sufrido alguna vez y 850.000 reconocen haberlas hecho ocasionalmente. Esos actos suponen un 22% de los partes sin contrario.
Las principales razones son por conocer al dueño y resolver un tema personal (44%), el coche estaba mal aparcado y ‘molestaba’ (34%), el vehículo era nuevo (15%) o de gama alta (11%).
Además, el estudio ha detectado fraude en estos casos porque unos 900.000 conductores (un 3,2%) reconoce haber rayado su propio coche para que el seguro costee su pintura, una conducta más habitual en jóvenes de 18 a 29 años.
Las personas de 18 a 44 años son las que más cometen este tipo de actos, sobre todo en la calle (el 90% de los casos). Los daños se deben principalmente a pintura rayada con llave o destornillador (36%), por delante de acciones en retrovisores (21%), lunas (15%) y neumáticos (9%).
En el 62% de los casos, los daños son inferiores a 500 euros. Un 30% de los conductores ha visto algún acto vandálico alguna vez, de los cuales casi el 60% lo ha recriminado al autor. Se dan sobre todo en Comunidad Valenciana, Murcia y País Vasco, y menos en La Rioja, Cantabria y Asturias.
‘CONDUCTORES A LA FUGA’
Por otro lado, unos 11,7 millones de conductores (un 43%) han sufrido daños en su vehículo por alguien que se ha dado a la fuga sin dejar sus datos personales, si bien 3,1 millones reconocen haberlo hecho en alguna ocasión. En un 7% de los casos se registran daños corporales, una conducta constitutiva de delito.
Las razones de la huida son entrar en pánico (43%), que le hicieron lo mismo (29%), evitar que el seguro se encarezca (22%), no pagar los costes (19%) o estar bajo la influencia del alcohol o las drogas (9%).
En el 71% de los casos el dueño del coche dañado no estaba presente. Estas conductas son más propias de personas de 18 a 44 años, sobre todo con el coche aparcado (81%). Casi uno de cada cinco casos, su coste de reparación supera los 1.000 euros y un 37% de los conductores admite que estas acciones las ha cometido más de una vez. Estos actos se cometen más en Castilla-La Mancha, Murcia y Cantabria, y menos en Baleares, Asturias y Comunidad de Madrid.
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