Los sindicatos UGT y CCOO protestaron este viernes ante la sede de la patronal CEOE-Cepyme para exigir subidas salariales en los convenios colectivos ante los niveles actuales de inflación y avisaron de que continuarán con movilizaciones en los próximos meses.
“Hoy, aquí, delante de la sede de la patronal, queremos reiterar que o hay negociación o hay conflicto”, arengó el secretario general de UGT, Pepe Álvarez. La protesta, que coincide con la celebración este viernes de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, supone el pistoletazo de salida a un calendario de movilizaciones por parte de los dos sindicatos. Además de la concentración de Madrid, UGT y CCOO protestan este viernes ante sedes de organizaciones empresariales de toda España.
Tras las concentraciones ante las sedes patronales, UGT y CCOO desarrollarán acciones informativas en distintos centros de trabajo, especialmente en sectores cuyo convenio colectivo se encuentra sin renovación. El reparto de folletos tendrá lugar entre el 14 y el 28 de octubre.
Posteriormente, el 3 de noviembre convocarán una “gran manifestación” en Madrid, sin descartar seguir movilizándose en el futuro si CEOE no reconsidera su posición en la negociación colectiva.
En su intervención, Pepe Álvarez señaló que hoy es un “día de lucha” para “conseguir” mejores condiciones laborales en todo el planeta. Según denunció, “en España no hay trabajo decente”, ya que “si no hay subida de salarios no podemos decir que el trabajo sea decente”.
En este punto, recordó que el IPC se encuentra en el entorno del 9% y que la subida salarial media pactada en convenio en lo que va de año no alcanza el 3%. Por ello, negó, como “han venido diciendo” la patronal y “algunos economistas”, que la inflación de segunda ronda sea consecuencia de los salarios.
En su opinión, la inflación actual es consecuencia de la “subida indecente que está habiendo en los beneficios por parte de muchas empresas grandes, pequeñas y medianas,”, que “se están forrando a costa de no subir los salarios”.
CORRESPONSABILIDAD
Por su parte, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, acusó a la patronal de “falta de corresponsabilidad con su país” y denunció que está “por la labor de salir de la crisis de precios” del mismo modo en que se ha hecho en las anteriores crisis, salvo en la pandemia, que es con “un empobrecimiento generalizado de las mayorías sociales”.
“Que paguen con su salario y, quizás, con su puesto de trabajo la salida a esta crisis de precios”, lamentó Sordo, quien avisó de que los sindicatos no se van a resignar, porque “no se puede tolerar”. Para el líder de CCOO, los salarios deben “mejorar a costa de los excedentes empresariales”.
En declaraciones a los medios, apuntó también que no solo se trata de una cuestión de “igualdad” o de “justicia”, sino que devaluar los salarios puede incrementar a medio y largo plazo aumenta “significativamente el riesgo” de sufrir una crisis económica por la caída de la demanda interna.
Asimismo, Sordo criticó la política de “dumping fiscal” que “plantea la derecha” con bajas de impuestos que lo que producen, en su opinión, es el deterioro de los servicios públicos.
Precisamente, en la protesta intervino también la secretaria general de UGT Madrid, Marina Prieto, quien aprovechó su intervención para denunciar el “deterioro” que se está produciendo, desde su punto de vistan, en los servicios públicos de la Comunidad de Madrid.
Por otro lado, con motivo de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, ambos sindicatos presentaron un manifiesto con el lema ‘Justicia salarial’, en el que se indica que “el mundo necesita un nuevo contrato social en el que la justicia salarial ocupe un lugar central. Hay que acabar con el déficit mundial de 575 millones de puestos de trabajo, respetar los derechos fundamentales de los trabajadores y las trabajadoras, acabar para siempre con la discriminación por motivos de género, ampliar la protección social a todas las personas y construir una economía mundial inclusiva, libre de los vestigios del colonialismo”.
NEGOCIACIÓN APARCADA
Los sindicatos y la patronal aparcaron en mayo la negociación que iniciaron en marzo para tratar de renovar el Acuerdo para el Empleo y la negociación Colectiva (AENC), que debía incluir, entre otras cuestiones, recomendaciones generales sobre revalorización salarial para los convenios colectivos, de forma que sirvan de referencia. Ambas partes acercaron posturas en cuanto a las subidas de base, con incrementos que entre 2022 y 2024 sumaban un 8%.
Pero el acuerdo no se pudo cerrar finalmente, ya que UGT y CCOO exigían la incorporación de cláusulas de revisión salarial para que al final de cada año o tras varios ejercicios se compensara la diferencia de esos incrementos con la evolución de la inflación, de modo que se garantice el poder adquisitivo de los trabajadores.
La CEOE insiste en que sería un “error” ligar salarios al IPC y avisa de que alimentaría el actual escenario de inflación.
(SERVIMEDIA)
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