Más de 11 millones de familias podrían perder sus hogares si se levanta finalmente el veto a los desahucios en Estados Unidos, donde el número de propietarios que están atrasados en su hipoteca se duplicó desde el inicio de la pandemia, una amenaza que afectaría en particular a las minorías negras e hispanas, según un nuevo informe emitido este lunes por la Oficina de Protección Financiera al Consumidor de Estados Unidos (CFPB, por sus siglas en inglés).
Con un 6% de las hipotecas en mora a diciembre de 2020, actualmente un total de 2.1 millones de hipotecas se consideran «gravemente morosas», con los prestatarios con más de 90 días de atraso en sus pagos y, además, se estima que 8.8 millones de hogares de inquilinos están atrasados con el alquiler, pero continúan en sus hogares gracias a las medidas de excepción aprobadas a nivel federal y estatal por la pandemia de coronavirus, según la CFPB.
Si bien los programas de ayuda Covid-19 han reducido el número de ejecuciones hipotecarias y desalojos hasta ahora, la CFPB estimó que 11 millones de familias podrían estar en riesgo de perder sus hogares cuando expiren las medidas.
En enero de 2021, había 2,7 millones de prestatarios en indulgencia activa, y de ellos, más de 900.000 habrán estado en indulgencia durante más de un año a partir de abril de 2021.
El CFPB señaló que 263,000 prestatarios gravemente morosos no han aceptado la indulgencia hasta la fecha y advirtió que si las opciones de alivio por el coronavirus expiraran antes de que lo hagan, tendrían opciones limitadas para evitar la ejecución hipotecaria.
El mes pasado, el presidente Joe Biden amplió la prohibición de desahucios por impago de renta hasta finales de marzo y la prohibición de desahucios por impago de hipotecas con respaldo federal expira a finales de junio.
«Para decirlo llanamente: tenemos muy poco tiempo para evitar que millones de familias pierdan sus hogares», explicó el director de la CFPB, Eric Uejio, en un comunicado.
«Estoy muy preocupado por los posibles desahucios masivos que dejarían a millones de familias en la calle. Sería un desastre humanitario y de salud pública y además tendría consecuencias en el sector inmobiliario y en nuestra economía en su conjunto», apuntó, citado por Europa Press.
Esta amenaza se cierne en particular sobre las minorías. En diciembre de 2020 eran un 7% los hogares blancos con atrasos en los pagos, mientras que era del 22 % en el caso de hogares negros, del 18 en el caso de hogares de hispanos y del 13 en el de hogares asiáticos.
Los negros e hispanos corren más riesgo de contraer coronavirus y morir que los blancos, porque es menos probable que tengan un empleo que les permita teletrabajar y más probable que estén en sectores laborales más expuestos al riesgo del coronavirus.
«En particular en comunidades negras e hispanas, muchos no se han recuperado aún de la última crisis económica de hace más de una década y esas mismas comunidades están de nuevo llevando un peso desproporcionado de la pandemia a nivel económico y sanitario», agregó.