Medio centenar de colaboradores afganos descansan en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) tras ser traídos a España desde Kabul en un avión A400M de las Fuerzas Armadas, que los recogió el miércoles en la capital de aquel país y que aterrizó aquí poco después de las cuatro de la mañana de este jueves.
El primer avión español procedente de Afganistán llegó con un total de 53 personas, de los cuales 5 eran ciudadanos españoles y el resto colaboradores afganos con sus familias. Entre ellos no está el embajador ni varios agentes GEO de la Policía Nacional, que se han quedado en Afganistán para tratar de ayudar a los colaboradores que permanecen escondidos de los talibanes.
Entre los llegados a España hay media docena de niños y alrededor de una veintena de mujeres. Los demás son varones de distintas edades que han salido huyendo de Afganistán después de que los talibanes tomaran el control de Kabul.
El Gobierno informó este jueves de que con la llegada de este medio centenar de afganos y de cinco españoles “concluye la primera fase del operativo que supone la salida de todos los ciudadanos españoles no imprescindibles para la evacuación”.
Los ministros de Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, y de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, recibieron en la base aérea de Torrejón a los españoles repatriados de Afganistán y a los colaboradores de aquel país.
Albares declaró a los periodistas que el Ejecutivo está poniendo “todos los medios necesarios” para poder traer a España a todos los colaboradores afganos que han ayudado a las tropas en aquel país pero advirtió de que existe un “cuello de botella» en el aeropuerto de Kabul.
El ministro de Exteriores recordó que el control de ese aeropuerto “no está en las manos de España”, sino en las de Estados Unidos y que los talibanes han restringido el acceso a los afganos que intentan huir, por lo que es muy difícil llegar hasta las pistas donde aterrizan los aviones internacionales.
Albares confió en que España puede “ir entrando” en Kabul con “los slots” que haya disponibles para aterrizar y así lograr rescatar al “máximo de colaboradores” posible.
Por su parte, el ministro Escrivá declaró ante la prensa que “es de recibo” traer a toda esta gente a España y “es lo que tenemos que hacer con personas tan admiradas” que han ayudado a los militares que han trabajado allí durante los últimos años.
El ministro de Inclusión también explicó que los afganos llegados esta madrugada a España “estarán un máximo de 72 horas en instalación temporal”, para lo que se han colocado tiendas militares en la base para que descansen. Además, se ha habilitado un hangar con mesas y sillas para que puedan comer y convivir estos días.
Nada más llegar, los afganos pasaron un control de acuerdo a los protocolos sanitarios por la pandemia de Covid-19 y después fueron atendidos por personal humanitario para iniciar el proceso administrativo de acogida en España.
Escrivá señaló que después de todo eso «serán trasladados a nuestros recursos del sistema de acogida, donde se iniciará su proceso de integración». Lo previsto es que puedan pasar entre seis y nueve meses en centros de atención a inmigrantes, como otros refugiados que han llegado a España en la última década procedentes de otras guerras.
(SERVIMEDIA)
