ROBERTO GONZÁLEZ SHORT / VALPARAÍSO CHILE
SAN FELIPE CHILE.- Llegaron a Chile colmados buscando formarse una vida mejor; abandonaron sus países anhelando integrarse completamente a la fuerza laboral y el desarrollo social del que tanto les hablaron antes de emprender la travesía; muchos abandonaron su natal Haití para lograr arribar al Valle de Aconcagua, otros dijeron adiós a sus seres queridos en Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia, sin embargo, la situación que hoy día están viviendo está muy distante del paraíso que soñaron, pues hace cuatro meses se tomaron un amplio terreno en el sector surponiente de nuestra comuna, asegurando no poder seguir pagando los altos precios de arriendo.
CON SUS SUEÑOS ROTOS
MASDIARIO.ES recorrió este miércoles los polvorientos callejones del territorio tomado, hablamos con algunos de sus ocupantes, quienes hablaron de sus anhelos, penas y sueños desvanecidos.
Soledad Peña Miranda, boliviana: «Llegué hace como seis años a Chile, viví cuatro años en Copiapó y dos años llevo acá en San Felipe, vivo con mi esposo y nuestro bebé de un año de edad, los tres vivimos acá, estamos en Chile de manera legal, tenemos nuestros documentos chilenos. Mi esposo trabaja por el sueldo mínimo, con eso logramos salir adelante (…) nosotros nos tomamos esta propiedad porque al llegar la pandemia nos subieron los arriendos, la luz, el agua, así que cuando hicieron la toma también nosotros nos vinimos (…) de momento tenemos articulado un comité cívico, aún así sabemos que estas tierras tienen dueño, estamos conscientes de eso, le pedimos al dueño de la propiedad para que nos ceda por unos años usar la propiedad, para ver si el Gobierno interviene o compra el terreno para quienes no tenemos techo propio».
Benaus Lauture, haitiano: «Llevo tres años viviendo en Chile, vivo acá sin pareja y tengo un hijo, me instalé acá en este barrio porque la vida para nosotros es muy difícil, los arriendos los subieron mucho, los chilenos me echaron de la casa porque no pude pagar más arriendo, fui discriminado, no pude hacer nada, aquí los chilenos tomaron primero luego nos vendieron, y nosotros tomamos un lote, actualmente estoy sin trabajo (…) a veces quiero regresar a mi país, siento que soy discriminado pues sin trabajo ni dinero no se puede vivir acá, yo tenía un almacén en Haití, vendí todo lo que tenía para poder llegar a Chile, sin embargo las cosas no salieron como lo soñé».
APARECE ‘MARÍA EN EL CAMINO’
Ahora bien, podríamos llenar muchas páginas con testimonios de estos migrantes, aún así, preferimos señalar que estas personas aunque puedan ser desalojadas en cualquier momento por las autoridades, no están solas. Al parecer una agrupación religiosa ha decidido jugarse el nombre por ellos y patrocinar a través de la entrega de ayuda humanitaria los legítimos sueños de estas personas, tener alimentos, un techo digno y también un trato digno a su condición de seres humanos.
«Luego de conocer la situación de estas familias en toma decidimos actuar. Como nosotros somos ‘María en el Camino’ (en alemán ‘Maria auf dem Weg’), no quisimos quedarnos sentadas en nuestra casa esperando que esas personas lleguen acá. Salimos como una sola María (la Virgen) y salimos en nombre de Ella, cada una de nosotras como también ‘una María’ en el camino, salimos en su nombre a buscar a las personas, a encontrarnos con ellos; quisimos saber de estas familias, fuimos al lugar de la toma, hemos estado sentados y compartiendo con estas personas en sus pequeñas viviendas, en sus piececitas construidas con tanto esfuerzo. Conocemos sus dificultades, sus alegrías; conocemos a sus hijos, a las familias, entonces al establecerse esta relación mucho más cercana, hemos usado el dinero que nos han donado, hemos ido a comprar al Acuenta, hemos llenado cajas de mercadería para unas 30 familias. Es lo que corresponde a nuestro llamado para con estas personas que lo están pasando mal, porque ellos han dejado su país no por las ganas de viajar, por ellos mismos se habrían quedado en su tierra, si dejaron su país es porque también lo estaban pasando mal, se vinieron con la esperanza de llegar a vivir en mejores condiciones, que los iban a acoger, que encontrarían trabajo y que se podrían levantar como familia, pero resulta que llegaron y han vivido tiempos difíciles, entonces como María es Madre en primer lugar, pues al pie de la Cruz Cristo se la dejó a Juan, pero en Juan estamos todos nosotros, entonces Ella sigue siendo Madre de Todos, entonces a nosotros nos corresponde eso y, en nombre de Ella tenemos que acoger estas causas sociales, por esa razón es que se instaló una imagen de María en la toma», lo anterior se desprende de las declaraciones de la Hermana Responsable de María en el Camino Chile, Verónica Morandé, fundación que desde el año 2000 existe en nuestro país, y que nació en Alemania bajo el alero del Movimiento de Schoenstatt. Esta fundación tiene su propio santuario ubicado en Almendral Alto calle Belisario Montenegro 221, y cuenta con más de 100 colaboradores católicos.
DEMANDAS EN CURSO
MASDIARIO.ES también habló con la empresa Esval, propietaria de una parte del terreno tomado, otros terrenos son propiedad de Inmobiliaria San Bartolomé S.A., y de una persona natural de la comuna.
«En las últimas semanas se han levantado algunas viviendas en terrenos de nuestra planta de tratamiento El Almendral, sin nuestra autorización. Estamos en coordinación con las autoridades y ya se han ejercido acciones legales ante el tribunal competente. Tenemos el deber de proteger nuestra infraestructura y asegurar el normal funcionamiento de nuestra planta, que brinda un servicio fundamental para miles de hogares de la comuna», indican desde Esval.
Los interesados en donar y apoyar la causa de esta fundación María en el Camino, pueden llamar al +56 9 9239 5793.