Los agricultores hablan ya de “precios históricos” del aceite de oliva

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Botellas de aceite de oliva | Foto de Servimedia
  • Apuntan que puede haber una bajada de precio si el consumo se desplaza a otras grasas

El gerente y portavoz de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores de Jaén (Asaja), Luis Carlos Valero, asegura que el aceite de oliva puede rozar “precios históricos” porque “no hay cosecha” debido a dos años seguidos de sequías, aunque señala que este encarecimiento no es “bueno” para los productores y “no compensa”.

Así lo expresó en declaraciones a Servimedia el representante de los agricultores, quien se pronunció sobre que el precio del aceite de oliva virgen extra de variedad picual se sitúa ya en almazaras en 8,18 euros el kilo, más del doble que hace un año, cuando se situaba en 3,88 euros.

Valero explicó que, ante la falta de producto, la “única forma de regular el mercado” es a través del precio. Esta subida también busca compensar el incremento de costes de elementos como la mano de obra, los carburantes, los fertilizantes o los productos fitosanitarios que han sufrido en los últimos tiempos los agricultores, en algunos casos “más de un 100%”.

“No compensa para nada la falta de cosecha más el incremento de los precios de producción: carburantes, fertilizantes, fitosanitarios, manos de obra. No compensa para nada”, aseveró el productor.

A esta situación, el presidente de la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (ACES), Aurelio del Pino, le sumó otra cuestión más. “Esta realidad, sumada al hecho de que España es el primer productor de aceite de oliva del mundo, ha conllevado que los problemas en el mercado nacional además hayan tenido un impacto en la cotización mundial de esta producción, y es que el aceite que producimos se demanda en países de todo el mundo”, explicó en declaraciones a Servimedia.

Con todo ello, el representante de supermercados como Carrefour, Alcampo o Supercor señaló que la ley “obliga a cubrir las necesidades tanto del agricultor como de los productores industriales respecto al coste efectivo de producción”, por lo que la distribución debe “garantizar a ambos el importe del suministro” trasladando el coste a los precios.

No obstante, apeló a la “responsabilidad” que tiene el sector hacia los clientes, prometiendo que, gracias al “alto nivel de competencia del sector” se puede asegurar que “el precio y producto final siempre será el mejor posible”.

LLUVIAS

Esta semana, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, señalaba que “no había solución política o administrativa” para afrontar el momento de altos precios y se encomendaba a las precipitaciones. “Si ahora empezara a llover intensamente cuatro semanas, automáticamente los precios caerían en picado”, apuntaba.

Sin embargo, el representante de Asaja señaló que esta cosecha “puede ser similar a la del año pasado”, en la que recogieron en torno a 600.000 toneladas de aceituna, la mitad que una cosecha promedio. Valero, por ello, puso la esperanza en que si las lluvias “empiezan pronto” la aceituna “va a madurar mucho mejor y va a coger más calibre”. “Las pequeñas diferencias entre la campaña pasada y esta pueden estimar ahí”, indicó.

CONSUMO

La principal preocupación del sector, según el representante de los agricultores, es un potencial desplazamiento de la demanda hacia otro tipo de grasas de origen vegetal como el aceite de oliva u otros productos industriales que, reconoce, son “mucho más económicos”.

En este sentido, Valero recordó que en 1995 también hubo sequía y un desvío del consumo hacia grasas alternativas, lo que derivó en que el precio del aceite de oliva acabó bajando “porque ya no había tanta demanda”. “Puede reducirse la demanda y entonces bajar el precio”, explicó, alertando de que podría, en caso extremo, no llegar a venderse la poca cosecha que hay.

El representante de Asaja no quiso aventurarse sobre cómo va a evolucionar el precio del aceite de oliva para no provocar un “efecto llamada” que lleve a algunas personas a realizar un “acaparamiento” por miedo a que el producto vaya a seguir subiendo. “Creo que no se va a producir porque si se produce puede pasar el otro efecto, que baje por falta de demanda”, recalcó

En la misma línea, la gerente de la Interprofesional del Aceite de Oliva, Teresa Pérez, pidió en declaraciones a Servimedia que se haga “un consumo normal” porque no va a faltar. El peligro, por tanto, radica en que “todo el mundo vaya a comprar y acaparar aceite”.

Ambos representantes del sector coinciden en que generaría un mayor perjuicio en un momento en el que se debe analizar cómo ha sido la comercialización en agosto del producto y “ahora que vamos a enlazar la campaña” de otoño.

Valero lamentó que “mantener las explotaciones va a ser muy difícil” y la única forma de “paliar la situación”, aunque “no solucionarla” es a través de ayudas económicas como créditos “blandos”, créditos con moratorias de pago o exenciones de tipo fiscal.

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