Me vienen a la mente tantas cosas;
cosas y más cosas, cosas y tantas,
que de verdad os digo no sé cuántas,
y mis palabras no son talentosas.
Vengo de unas labores fastidiosas;
al cabo me esconderé entre las mantas:
sin duda las pesadillas farsantas
surgirán con sus tramas laboriosas.
Son días, fechas, días muy tremendos estos;
se adornan las calles y me da igual:
no me encuentro los sonetos compuestos.
Porque quizá todo es superficial,
menos lo mío cuando los dedos puestos
en el móvil, dan letras, literal.