El Consejo Internacional de Asociaciones de Bebidas (ICBA, por sus siglas en inglés) y la Asociación Internacional de Edulcorantes (ISA, por sus siglas en inglés) han aplaudido el posicionamiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que ha clasificado el edulcorante aspartamo como posible cancerígeno, pero ha respaldado el límite de ingesta diaria aceptable que estaba fijado hasta el momento.
El aspartamo es un edulcorante artificial muy utilizado en diversos productos alimenticios y bebidas desde la década de 1980 para sustituir al azúcar, como bebidas dietéticas, chicles, gelatina, helados, productos lácteos como el yogur, cereales para el desayuno, dentífricos y medicamentos como pastillas para la tos y vitaminas masticables.
En concreto, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) ha incluido a este edulcorante en el nivel 2B de riesgo como posible cancerígeno. Pero el Comité Mixto de Expertos en Aditivos Alimentarios de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha asegurado que el límite diario de ingesta aceptable sigue siendo de 40 miligramos por kilogramo de peso corporal.
A través de un comunicado, la directora ejecutiva del ICBA, Kate Loatman, ha resaltado que «esta conclusión definitiva de los principales expertos en salud y seguridad alimentaria del mundo afirma una vez más que el aspartamo es seguro». «Después de una revisión rigurosa, este hallazgo fortalece aún más la confianza en la seguridad del aspartamo», ha insistido.
Asimismo, la dirigente de esta patronal de bebidas ha recordado que la conclusión de que el aspartamo «es seguro» se basa en «el peso abrumador de la evidencia científica de más de cuatro décadas, así como en las determinaciones positivas de las autoridades de seguridad alimentaria en más de 90 países».