La Cumbre del Clima de Dubái (Emiratos Árabes Unidos), conocida como COP28, acordó este miércoles una “transición” con el fin de “abandonar” los combustibles fósiles en los sistemas energéticos de manera “justa, ordenada y equitativa” para que el planeta alcance cero emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050.
Así figura en el Balance Mundial de la COP28, aprobado en una sesión plenaria en tiempo de prórroga porque estaba previsto que la cumbre finalizara este martes. El presidente de la COP28, Sultan al Jaber, agradeció a los delegados de casi 200 países que hayan trabajado «denodadamente» sobre todo en los dos últimos días para «llegar al consenso». «Demostraron ser flexibles y antepusieron los intereses comunes sobre los propios», comentó, antes de concluir: «Terminemos lo que empezamos. Unámonos, actuemos y ahora cumplamos».
El texto fue acordado sin ninguna objeción de los diplomáticos y con aplausos en el plenario. Es la primera vez que una Cumbre del Clima abre la puerta a dejar el petróleo, el gas y el carbón bajo tierra.
Ese Balance Mundial (Global Stocktake, en la jerga climática) es el primer inventario global de los planes climáticos nacionales desde el Acuerdo de París, adoptado en 2015. Ese documento se pacta cada cinco años. Esta vez, sus resultados deberían orientar a los países para presentar nuevos planes climáticos nacionales en 2025.
El texto reconoce “la necesidad de lograr reducciones profundas, rápidas y sostenidas” de las emisiones que calientan el planeta en línea con el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a 1,5 grados respecto a los niveles preindustriales.
El documento “pide” a las partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (197 países y la UE) que contribuyan a ocho “esfuerzos globales”. Uno de ellos es transitar para abandonar los combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón) en los sistemas energéticos de manera justa, ordenada y de manera equitativa, y “acelerando la acción en esta década crítica” para lograr cero emisiones netas en 2050, “de acuerdo con la ciencia”.
Con ello, se elimina el lenguaje de “reducir” propuesto en el penúltimo borrador y que suscitó críticas de la UE, Brasil, Canadá, Reino Unido y los pequeños países insulares, así como de organizaciones ecologistas y climáticas.
Además, apuesta por triplicar la capacidad de energía renovable mundial y duplicar la tasa anual media global de eficiencia energética en 2030, así como “acelerar” los esfuerzos para “reducir progresivamente” el uso energético de carbón y “acelerar las tecnologías de emisiones cero y bajas”, entre ellas la captura y el almacenamiento de carbono, para “intensificar los esfuerzos encaminados a sustituir los combustibles fósiles sin mitigar en los sistemas energéticos”.
MÁS RENOVABLES
Por otro lado, el texto aboga por “triplicar la capacidad de energía renovable a nivel mundial y duplicar la tasa media anual mundial de mejoras de la eficiencia energética para 2030”, y “reducir rápidamente” el uso del carbón sin mitigar, es decir, que carezca de tecnologías de captura y almacenamiento de dióxido de carbono (CO2).
También apuesta por “acelerar” los esfuerzos mundiales hacia sistemas energéticos con emisiones netas cero y utilizar combustibles fósiles con cero o bajas emisiones de carbono “mucho antes o alrededor de mediados de siglo”.
Otra propuesta se refiere a “acelerar” las tecnologías de bajas y cero emisiones, incluidas las energías renovables, las nucleares, las de reducción y eliminación -como la captura y almacenamiento de CO2-, particularmente en sectores difíciles de reducir (como el acero o el cemento), y el hidrógeno con bajas emisiones de carbono producido.
Igualmente, el documento propone ”acelerar y reducir sustancialmente” las emisiones distintas CO2, en particular las de metano para 2030, “acelerar” la reducción de las emisiones del transporte por carretera en una determinadas vías, incluso con el desarrollo de infraestructura y el rápido despliegue de vehículos de emisiones cero y bajas, y “eliminar gradualmente” los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles que no abordan la pobreza energética.
(SERVIMEDIA)