ROBERTO GONZÁLEZ SHORT / HÉCTOR CARMONA BEIZA
SAN FELIPE CHILE.- Este viernes queremos compartir con nuestros lectores una nueva mirada al mundo casi invisible de los profesionales que diariamente deben arriesgar sus vidas al lado de quienes ya están contagiados con la Covid-19 y están hospitalizados en el Servicio de Medicina del Hospital San Camilo en San Felipe de Aconcagua, en Valparaíso Chile. Esta labor es llamada también la Primera Línea, pues ellos luchan día a día contra el Coronavirus y sus efectos en las personas. Son quienes tratan de recupera a sus pacientes y devolverlos a sus hogares.
ENTREVISTA EXCLUSIVA
MASDIARIO.ES DE ESPAÑA© tuvo acceso este jueves al diario accionar de quienes laboran en el Servicio de Medicina del Hospital San Camilo, en donde hay cerca de 20 pacientes diarios y ya más de 100 recuperados y sí, también varios fallecidos. Nuestro medio habló en Exclusiva con el Dr. José Pérez, Jefe del Servicio, y quien ha tenido la difícil misión de liderar al equipo humano que a diario convive con la muerte.
«Ha sido impresionante ver cómo trabaja este equipo de médicos, enfermeras, técnicos paramédicos, kinesiólogos, auxiliares y personal de aseo. Ellos tienen un nombre y un rostro y se han ganado mi respeto y mi admiración, pues han sido quienes han cuidado a todos estos pacientes Covid. Fueron capaces de vencer sus propios temores, trabajar con amor y dedicación. Están día y noche al lado de pacientes sin demostrar cansancio, lloraron y sufrieron con cada paciente que se complicó y con aquellos que no superaron la pandemia y partieron, porque no se fueron solos, aunque no estaban sus familias, estábamos nosotros para tomar sus manos y despedirlos», comentó emocionado el Doctor Pérez.
– ¿Cómo es liderar un trabajo tan difícil e intimidante?
– Ha sido difícil. Todos hemos crecido. Claramente, no seremos los mismos después de esta pandemia que nos ha enseñado que cualquiera se puede enfermar y cualquiera se puede morir. Hemos aprendido a trabajar en equipo. Hemos estado ahí para cuidar a los que han ido cayendo en el camino, para cubrir sus turnos, este grupo ha tenido una mística especial de la cual me siento orgulloso. Sufrimos la indiferencia de la gente, la discriminación de aquellos a quienes tratábamos y aquellos que nos contagiaban. Por ejemplo, a una enfermera nuestra no la dejaron subir a su bus desde Quebrada Herrera, a otro no lo dejaron seguir en el gimnasio al inicio de todo. A una doctora le negaron el ascensor. Esos dolores hoy están en el pasado y nos sirven de lección. Nos daba rabia ver al comienzo que la gente no entendía que tenía que cuidarse, veíamos cómo llegaban pacientes contagiados luego de estar en una fiesta. Pero todo eso se olvida para entregar lo mejor de nosotros cuando los vemos postrados en una cama.
– ¿Cómo se prepararon para enfrentar este nuevo escenario que se venía y que cambiaría toda la forma de trabajar?
– Todo el hospital se preparó. Nosotros también. Empezamos con bastante antelación a juntar a nuestros médicos, a prepararlos en la temática de lo que se estaba viendo. Sumamos médicos de diversas nacionalidades. En la segunda etapa, conversamos con la Universidad de Valparaíso y empezamos a reclutar internos de Medicina, quienes han sido un valioso aporte para lo que estamos haciendo. En la planta física nos modificamos totalmente y empezamos a distribuir las camas y es así como prácticamente todo el tercer piso está orientado a Medicina y principalmente a Pacientes Covid, a los que obviamente debemos sumarles los pacientes con otras morbilidades complementarias que igual tenemos que atender como todos los años.
– ¿Cómo ha sido en la práctica trabajar con este paciente nuevo, que los puede contagiara ustedes y a sus familias?
– Primero se le hizo capacitaciones al personal sobre qué es lo que significaba el Coronavirus, luego ellos debieron vencer sus propios temores y darse cuenta de que teníamos las herramientas, la mejor manera de cuidar al paciente era cuidándonos nosotros. Y es así como si bien hemos tenido personal de diversos estamentos que ha caído con contagios, la realidad ha sido que hemos estado como equipo casi completo trabajando para dar una buena cobertura y una buena atención a los pacientes. Esto fue un cambio realmente a fondo en nuestra manera de ver la medicina, desde nosotros mismos cómo vamos a actuar y cómo nos vamos a cuidar.
– Ustedes conviven a diario con decenas de Pacientes Covid Positivos. ¿Cómo es el día a día de este servicio?
– Tenemos tres equipos que vamos rotando sin juntarnos, así nos cuidamos de contagios y aseguramos el personal para cubrir los turnos. Yo recibo el turno a las 7:30 horas, luego llega el equipo de la mañana, yo distribuyo las camas, lo mismo hace Enfermería y Técnicos. Discutimos los casos más complejos, evaluamos las posibilidades sobre pasar a una nueva etapa de ventilación, vemos las camas disponibles, etc. Tenemos trabajo las 24 horas del día y es un trabajo muy dinámico.
– ¿Y cómo se trata a los pacientes Covid? ¿Qué les hacen para recuperarlos?
– Bueno, el paciente que llega con dificultad respiratoria, se estabiliza en Urgencias y luego sube. Evaluamos en qué condición llega, si requiere oxígeno o no, cómo está su capacidad mental, física, si tiene co-morbilidades y con esa información definimos qué tipo de tratamiento le vamos a dar. Indudablemente lo respiratorio es lo fundamental, si requiere oxígeno en bajas dosis o altas. Tenemos diversas modalidades de tratamiento hasta el oxígeno de alto flujo con cánulas especiales y luego la ventilación mecánica. Del punto de vista de antibióticos, vemos si lo requiere, lo mismo que la anticoagulación, vamos viendo con los exámenes cómo van evolucionando y si lo necesitan. Los pacientes están en salas preparadas para recibirlos, con un personal entrenado para ingresar con todas las medidas de precaución y cuidados propios para entregar una buena atención. Hoy hemos dado paso a un manejo con importancia de la pronación de los pacientes, en el manejo antibiótico precoz, el manejo de corticoides también nos permite tener hoy una mejor sobrevida y un mejor manejo de nuestros pacientes. También hay que destacar que tenemos mejor equipamiento.
– Al inicio era todo una incertidumbre, ¿cómo ha sido la respuesta de los funcionarios?
– Hemos vivido experiencias de todo tipo. Creo que hoy somos diferentes de cómo empezamos. Hemos adquirido la paciencia, la fortaleza y hemos sacado lo mejor de nuestro personal para atender a estos pacientes.
– ¿Cuáles son las experiencias más dramáticas?
– No ha sido fácil, recuerdo una sala con un padre y dos hijos. Todos positivos y hoy solamente nos queda un hijo. El padre y uno de los hijos fallecieron. Recuerdo otra sala en que estaban la mama y la hija y ahí felizmente el resultado fue favorable en ambas. Se han vivido situaciones bien dramáticas, pero nuestra gente ha estado a la altura de lo que se ha exigido. Yo me siento honrado de liderar este grupo. Creo que han hecho un esfuerzo extraordinario. A todos aquellos que nos han confiado sus familiares, sus hijos, esposas o esposos, tengan la seguridad de que se les ha entregado lo mejor y aquellos que han partido, no lo han hecho solos, siempre ha habido una mano amiga que ha estado ahí y que ha reemplazado al familiar que no pudo acompañarlo.