Fernández fracasó en su intento de sumar a Bolivia en la candidatura a organizar el Mundial 2030

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El presidente Alberto Fernández intentó complicar al titular de la Asociación del Fútbol Argentino, Claudio «Chiqui» Tapia en el acto de presentación de la candidatura al Mundial 2030 propuesta por Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile, con la propuesta de sumar a Bolivia. Una jugada política que cayó mal en la AFA y que se ejecutó junto al ex presidente de ese país, Evo Morales.

El jefe de Estado argentino, hizo la propuesta a través de un tuit que publicó minutos antes del anuncio que encabezó Tapia en el predio de Ezeiza junto con al ministro de Turismo y Deporte, Matías Lammens, el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, y los ministros de deportes de Uruguay, Paraguay y Chile. El Mandatario no fue invitado por la disputa que tiene con Tapia desde los festejos posteriores al título conseguido por el equipo de Lionel Scaloni y Messi en Qatar. Cuando los cabecillas del seleccionado decidieron no ir a Casa Rosada ni recibir el saludo del titular del Poder Ejecutivo. El actual líder de la AFA no le perdona a Fernández que le haya querido coartar la posibilidad de acceder al cargo que ocupa, promoviendo a otro candidato.

«Esta candidatura es de todo el continente. Por eso, me gustaría y voy a proponer que nuestro país hermano Bolivia sea parte de este sueño», escribió en su cuenta de Twitter el presidente argentino, en un mensaje que incomodó a todos porque ya se había presentado hasta el logo y el lema de la candidatura de los países sudamericanos.

La inclusión de Bolivia fue debatida varios años atrás, pero nunca avanzó por los problemas políticos en ese país y en la propia Federación Boliviana de Fútbol. Fuentes bolivianas informaron que se trata de una movida impulsada por Morales con apoyo del gobierno del actual presidente andino, Luis Arce. Evo había logrado un compromiso de Alberto Fernández para impulsar esa incorporación.

Los ruidos de esa movida persisten y fueron rechazadas por la máxima entidad del futbol argentino. «Chiqui» Tapia sigue muy molesto porque ya estaba todo estipulado. Desde la organización atribuyeron la maniobra como una revancha de Fernández por no haber sido convocado al lanzamiento de la candidatura y por el encono que guarda contra el dirigente, al que bregó por frenarle su ascenso en AFA, donde tampoco aceptan modificaciones en el esquema presentado.

Lo cierto, es que el pedido de Fernández no tuvo consenso en los referentes de la institución futbolística, que tiene como lema «Juntos», el nombre de la principal fuerza opositora al gobernante Frente de Todos.

Tapia y Domínguez no se manifestaron en favor de sumar a Bolivia y a su vez, el titular de la AFA enfatizó que la candidatura la presentan cuatro países con el aval del resto de las confederaciones sudamericanas de Fútbol.

Lammens, funcionario incorporado por Fernández al gobierno desde que se inició en diciembre de 2019, no hizo referencia al tema en su discurso aunque llenó de elogios a Tapia, enemigo declarado de su jefe. Consultado por el tema en conferencia de prensa bajó totalmente el tono a la idea de Fernández, y obviamente, la desactivó.

«Este es un Mundial no solamente de Argentina, Paraguay, Chile y Uruguay, si no que es un Mundial de toda la región, que se lo tiene que apropiar todo el continente. En ese sentido, la propuesta del Presidente tiene que ver con un pedido específico que le hizo Evo Morales», minimizó el ministro, que más tarde detalló lo dificultoso que sería avanzar con esa idea presidencial.

«Es muy complejo el tema. Ya está armado el Consorcio organizador, y también hoy hablábamos de la imposibilidad que hay por parte de la FIFA de organizar un Mundial con más de una determinada cantidad de países. De hecho, el máximo hasta ahora era de tres naciones y nosotros vamos a plantear esta posibilidad de poder hacerlo de cuatro. Por eso más allá de la inclusión o no de Bolivia, es un Mundial que se lo tiene que adueñar toda la región», explicó Lammens.

De hecho, la cantidad de países organizadores es una de las trabas que deberá enfrentar la candidatura sudamericana en el Congreso de la FIFA que se va a realizar en 2024. La rival más difícil de superar en la carrera a organizar el evento mundial es la candidatura de España y Portugal, que sumaron a Ucrania de manera simbólica y como una jugada política para ganar adhesiones en medio del conflicto bélico que sostiene con Rusia. En materia económica será casi imposible competir con los millones que ofrece Arabia Saudita para organizar la Copa en conjunto con Grecia y Egipto. El cuarto candidato, según se sabe hasta ahora sería Marruecos. La propuesta tiene una simbología, que es la de celebrar los 100 años del primer campeonato mundial, que se hizo en Uruguay en 1930, y donde los orientales obtuvieron su primera copa, la segunda fue en 1950, en una final infartante, conocida como «Maracanazo», donde venció en al país organizador, Brasil, por dos tantos contra uno.

Juan Pablo Peralta, periodista acreditado permanente en Casa Rosada y el Parlamento de la República Argentina.

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