El viernes vuelve la feria del libro
a Málaga, tras dos años de ausencia.
Una vez por cada año su frecuencia:
dos veces la anularon, bien calibro.
Mis ingresos y gastos equilibro;
es bastante claro, no es apariencia:
no compraré, gastaré mi presencia,
si es que voy: puesto al ralentí yo vibro,
¿la marcha adelante, la marcha atrás?
No hay tensión sin saber qué pasará;
infantil pulsión, de mí qué dirás.
No sé, puede que a lo mejor…, qué va.
Noviembre es el nuevo frío y éste no es más
que un mes sin prosa que a alguien sonreirá.