El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cerró este jueves en Mauritania varios acuerdos con el presidente del país, Mohamed Ould Ghazouani, con un monto total que superan los 300 millones de euros para ayudar a este país del Sahel en el control migratorio.
En el marco de su viaje con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Layen, Sanchez desgranó la concreción de cómo este país “puede contar con España como amigo y como socio estratégico a largo plazo”, durante la declaración institucional de los tres mandatarios en el Palacio Presidencial de la capital mauritana.
“Von der Leyen y yo estamos hoy aquí en Nuakchot con un objetivo claro: fortalecer nuestra cooperación con Mauritania, un país estratégicamente importante para España y para el conjunto de la Unión Europea,”, afirmó Sánchez en su segunda visita al país y en un momento en el que 8 de cada 10 embarcaciones con migrantes que llegan a las costas canarias proceden de las costas mauritanas.
Mauritania tiene una extensión de territorio el doble que España, pero una décima parte de población, llegando solo a superar los cuatro millones de habitantes y, pese a que es considerado como país de tránsito, fuentes diplomáticas reconocen que cada vez hay más migración también mauritana, aunque no a través de las costas.
Según datos del Gobierno, en 2023 se registraron casi 57.000 llegadas irregulares hacia España, lo que supone un aumento del 82% respecto de 2022. Admiten en el Ejecutivo que desde la segunda quincena de diciembre de 2023 se incrementó la llegada hasta el punto de que en el primer mes de 2024 llegaron a las costas canarias 6.000 migrantes, de los que el 83% habían partido de Mauritania.
El presidente español admitió ser “bien consciente de que Mauritania sufre en primera línea las consecuencias de esta situación” y ensalzó que desempeña un “papel fundamental” como un “referente de estabilidad” democrática en el Sahel, “una región crucial para España y para Europa”, máxime dado que la “creciente inestabilidad política, los diferentes conflictos, y la falta de seguridad en esta zona están afectando de manera directa a Mauritania y a todos nosotros”.
“Estamos siendo testigos de la caída de gobiernos democráticos, el auge de ataques terroristas, el rápido aumento del número de refugiados y de desplazados internos, y el empeoramiento de una ya de por si aguda crisis alimentaria”, afirmó Sánchez, y esa es “la razón por la que tenemos que trabajar juntos y con una estrategia integral si queremos hacer frente a estos problemas de manera exitosa».
Enfatizó que Mauritania y España han trabajado “estrechamente en muchas cuestiones durante largo tiempo”, con un “compromiso común” que se ha “fortalecido en los últimos años” y con “objetivos comunes como la lucha contra el terrorismo y nuestro deseo para garantizar flujos migratorios ordenados y seguros”, dijo.
Con el objetivo de que la “prosperidad” en Mauritania sea la “mejor inversión” hacia la estabilidad y la seguridad en esta región, Sánchez anunció que España impulsará “una serie de nuevos compromisos” en materia de cooperación. Así, se destinarán 60 millones de euros para proyectos de desarrollo durante los próximos cuatro años, además de “comenzar proyectos de cooperación financiera por un monto de 50 millones de euros en los próximos 5 años”.
En materia financiera, España pone a disposición para los próximos 5 años hasta 200 millones de euros para proyectos de viabilidad, financiación de proyectos específicos y seguros de créditos, con un “énfasis específico” en proyectos verdes y en inversiones en energías renovables.
Además, Sánchez anunció que España va a “doblar” la ayuda humanitaria, para pasar del millón de euros en 2023 a dos en 2024, porque, según relató el presidente, “el impacto de los conflictos en Mali y Níger está ocasionando un incremento significativo del número de refugiados y la situación es preocupante” y España va a “continuar a apoyar a Mauritania en sus esfuerzos”.
En cuarto lugar, el presidente defendió que se va a reforzar la cooperación dedicada a frenar la “presión migratoria” que afecta a España y Mauritania fortaleciendo proyectos de colaboración “ya existentes, relativos a control fronterizo, y exploraremos posibles fórmulas para facilitar la migración regular”, en línea con los que se han implementado de “manera exitosa” en otros países, como los de Centroamérica.
Por último, Sánchez dijo estar convencido de que la cooperación cultural es fundamental para “continuar profundizando los lazos humanos” entre los dos pueblos y anunció que España va a abrir una extensión del Instituto Cervantes en Nuakchot, atendiendo la solicitud de las autoridades mauritanas.
Según datos del Ejecutivo, la ayuda oficial al desarrollo a Mauritania en el período 2014-2022 se elevó a más de 78,2millones, de los que el 52% corresponde a la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid), mientras que el resto procede de otros Ministerios y cooperación descentralizada. En 2023, la Aecid aportó 7,5 millones, de los cuales un millón se destinó a responder necesidades humanitarias.
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