El Ministerio de Interior del Gobierno de España ha condecorado a seis perros con motivo de la celebración de los Santos Ángeles Custodios, festividad oficial del Cuerpo Nacional de Policía y patronazgo católico del mismo.
Los canes agraciados por su gran mérito en su labor de salvar vidas y combatir el crimen son: Neo, Yuki y Elko que pertenecen al Cuerpo de los GEO. Además de Ginger, Bull y Alba perros policía de la Brigada de Estupefacientes.
La diputada nacional del Partido Popular Ana Vázquez consideró en unas declaraciones posteriores que este hecho de condecorar perros se trataba de una vergüenza deshonrosa para la policía. Rafael Pérez, Secretario de Estado de Seguridad, máxima autoridad política en esta cuestión tras el Ministro de Interior, defendió la decisión del Ministerio ante la declaración de la diputada derechista alegando que: “Los perros salvan vidas, lo de las vírgenes está aún por demostrar” haciendo una clara alusión a la condecoración de La Virgen María Santísima del Amor por el ex Ministro Fernández Díaz titular de Interior en el Gobierno de Mariano Rajoy en 2014 con el Partido Popular.
No soy creyente y he de reconocer que cuando escuché la noticia de que el gobierno decidió condecorar a una virgen con honores policiales me resultó como mínimo una idea un tanto abstracta. Aun así, dado que por entonces gobernaba un partido en cuyas bases, la católica, es la religión mayoritaria le encuentro cierto sentido sociológico.
Respeto máximo para los creyentes de cualquier religión.
Además, me veo obligado a aclarar que considero que ni todos los cristianos son de derechas ni tan siquiera todos los cristianos católicos lo son.
Desde mi perspectiva de ateo podría considerar que condecorar con méritos policiales a un ente en el cual no creo, sería un absurdo tal como el hecho de hacer lo propio con Obi-Wan Kenobi. Incluso me consta que en el seno del pensamiento católico hay creyentes que no estuvieron conformes con aquella decisión dado que poco puede tener que ver la labor de la Virgen María madre de Jesús el hijo de Dios en la Tierra el cual vino a traernos un mensaje de luz y de esperanza, con un cuerpo policial del siglo XXI, pero reitero mi máximo respeto a los creyentes y repito que ejerzo determinada comprensión sociológicamente hablando con aquella condecoración.
Para la buena verdad, Rafael Pérez estuvo muy fino en la contestación que le dio a la diputada, opinión a la cual me sumo.
Invito a Ana Vázquez a que se informe sobre la cantidad de casos que ha habido de perros de rescate e incluso perros civiles no adiestrados, que han salvado vidas. No es la pretensión de este artículo el hacer de la respetable diputada una de mis lectoras, pero publiqué en 2020 precisamente un libro titulado Seis Patas Dos Amigos en el que narro entre otras muchas cosas, infinidad de casos reales, entrañables de canes que se han jugado la existencia por salvar la vida de humanos desconocidos. Si la señora Vázquez no desea aprender esto en uno de mis libros, le ruego que haga una simple búsqueda en internet o que lea los trabajos de otros autores que también traten casos similares.
Me despido con unos saludos fraternos y una breve reflexión:
Los saludos quiero dirigirlos a Rafael Pérez, por la agudeza mostrada en su respuesta, a la Señora Diputada Ana Vázquez por haberla mencionado en este artículo tomándome la libertad de realizarle unas cuantas sugerencias, a todos los hombres y mujeres creyentes que me lean por haber podido sentirse aludidos y sobre todo al Cuerpo Nacional de Policía, CNP incluyendo a todos sus agentes caninos, por su labor diaria y más concretamente por la llevada a cabo en esta crisis del coronavirus.
Una imagen religiosa representa mucho, todo para quien es devoto de ella, pero a lo sumo, es para el creyente alguien que está por encima de cualquier cuestión mundana de este planeta y de esta especie llamada humanidad.
El perro es un ser al cual una Medalla de la Cruz con Distinción Roja o Blanca como mucho le supondrá la oportunidad de divertirse unos segundos con un juguete que sin duda algún humano le quitará de la boca dado el valor que para nosotros tienen estas cosas, además de tener que pasar durante el día de la ceremonia una jornada aburridísima en la que hubiera preferido ir a corretear con sus amigos por el campo, pero el perro es el animal domesticado junto al gato, que pese a tener un carácter muy distinto al nuestro, muestra una compatibilidad con nosotros por encima de lo sobrenatural.
Señora Diputada: no es una deshonra ni una vergüenza tener perros entre las fuerzas de seguridad, es todo un honor para este humilde trabajador de la cultura. Para el CNP supongo que será lo mismo elevado a la máxima potencia.
Si ha servido para algo el acto de condecorar a estos seres extraordinarios, no ha sido desde luego para que ellos se den cuenta del valor ético, moral e impagable de su labor, ellos lo hacen sin esperar nada a cambio. Habrá sido para que todos y cada uno de los seres humanos tomemos conciencia de ello.
Emilio Ortiz. Novelista y divulgador del Universo Canino.