El presidente de Francia, Emmanuel Macron, estuvo involucrado -cuando era ministro de Economía- en la gigantesca campaña de negociaciones que realizó Uber, incluso presionando a destacados políticos, para convertirse en una empresa líder de la industria del transporte, afectando el sector de los taxis, reveló una filtración publicada este domingo en la prensa basada en archivos internos de la compañía.
Miles de documentos internos de la empresa Uber – los «Uber files»- fueron filtrados al diario británico The Guardian y transmitidos al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) y sus medios colaboradores, 42 en total.
Entre ellos está el diario francés Le Monde y Radio France, que se interesaron en las relaciones entre la empresa estadounidense y Macron, cuando era ministro de Economía (2014-2016).
El Elíseo indicó a la agencia AFP que Macron, cuando era ministro de Economía, se vio «naturalmente llevado a discutir con muchas empresas implicadas en la profunda transformación de los servicios que se ha producido a lo largo de los años mencionados, que debía ser facilitada por la eliminación de ciertas barreras administrativas o reglamentarias».
Según los documentos, Uber utilizó incluso métodos sin escrúpulos y violó leyes.
The Guardian tuvo acceso a 124.000 documentos confidenciales que se remontan al período 2013-2017, cuando Travis Kalanick estuvo al frente de la empresa de traslados de pasajeros, informó la agencia AFP.
Entre sus patrocinadores, además de Macron estuvo la excomisaria de la Unión Europea (UE) Neelie Kroes. Kalanick (obligado a dimitir en 2017) también conoció al presidente Joe Biden cuando era vicepresidente de Estados Unidos.
Los documentos divulgados este domingo muestran cómo la compañía «conquistó el planeta surfeando en ocasiones en las fronteras de la legalidad», por ejemplo ofreciendo regalos a políticos o trabajando con un banco ruso sometido a sanciones, señalan los medios franceses.
Según Le Monde, el 1 de octubre de 2014 Macron recibió a un grupo de ejecutivos de Uber, entre ellos Kalanick, en una reunión secreta que no figuraba en la agenda del entonces ministro.
En aquella época el Gobierno socialista de Francois Hollande no era propicio a la implantación de Uber en Francia.
Macron, en aquella época, no ocultaba su simpatía por Uber, ya que consideraba que podría crear muchos empleos para personas poco calificadas.
Los documentos de Uber revelan que el entonces ministro de Economía sugirió a los directivos de la firma enviar enmiendas «llave en mano» a un diputado confiable, Luc Belot, y posteriormente ayudó a la compañía a trabajar «sorteando» una ley de 2014 que les ponía trabas.
En tanto, el antecesor de Macron en el Ministerio de Economía, Arnaud Montebourg, acusaba a Uber de «destruir las empresas», mientras que el titular de Interior (departamento responsable de los taxis), Bernard Cazeneuve, tampoco miraba con buenos ojos a una empresa que amenazaba con dejar sin trabajo a muchos conductores de taxis.
Preguntada por la AFP, Uber France confirmó que hubo reuniones con el actual mandatario, pero que eran encuentros que «estaban dentro de sus responsabilidades como ministro de Economía y Asuntos Digitales que supervisa el sector VTC».
Mathilde Panot, presidenta del grupo parlamentario de Francia Insumisa (izquierda radical), denunció en Twitter un «saqueo del país».
Macron era a la vez «asesor y ministro de François Hollande y lobista de las multinacionales estadounidenses que pretenden desregular permanentemente la legislación laboral», añadió.
Por su parte, el líder del Partido Comunista, Fabien Roussel, se refirió a «revelaciones abrumadoras sobre el papel activo desempeñado por Macron, entonces ministro, para facilitar el desarrollo de Uber en Francia, en contra de todas nuestras normas, de todos nuestros logros sociales y de los derechos de los trabajadores».
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