El Congreso rechaza las enmiendas a la totalidad y los presupuestos continuarán su tramitación

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Imagen del Pleno del Congreso | Foto del Congreso de los Diputados

El proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2023 continuará su tramitación en el Congreso de los Diputados después de que este jueves el Pleno de la Cámara Baja votara en contra de las enmiendas a la totalidad presentadas por PP, Vox, Junts, Ciudadanos, la CUP, Foro y los diputados expulsados de UPN con las que estas formaciones buscaban tumbar el proyecto de cuentas públicas y no permitir su desarrollo parlamentario.

El resultado de la votación fue de 186 votos en contra, 159 votos a favor y tres abstenciones, logrando así los Presupuestos el apoyo de la mayoría parlamentaria para superar este primer obstáculo en su camino hacia la aprobación definitiva.

Tras dos días de debate parlamentario, la sesión en el Congreso concluyó con la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, recibiendo los aplausos de los diputados socialistas y de Unidas Podemos puestos en pie. A diferencia de otras ocasiones, la ministra no estuvo acompañada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien se encuentra de viaje oficial en África, aunque pudo votar de manera telemática gracias a una reforma reciente del Reglamento.

En su defensa del proyecto de Presupuestos, la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, señaló que estas terceras cuentas consecutivas constituyen una “señal de fortaleza, seguridad, fiabilidad y solvencia” de España.

Asimismo, explicó que las “dos premisas fundamentales” de estos presupuestos son la justicia social, para “evitar que las consecuencias sociales de la guerra consoliden un país en varias velocidades”, y la “eficiencia económica”. Además, aprovechó para resaltar que España “está liderando” el debate en Europa y, por tanto, se tiene ahora “más peso” con Pedro Sánchez al mando del Ejecutivo que en los años de gobierno del Partido Popular.

La ministra también señaló que, en el debate presupuestario, se puede ver la confrontación de modelos entre los que «reniegan del diálogo» y «levantan muros en vez de tender puentes», y los que «apuestan por la búsqueda de mayorías que fortalezcan la democracia».

Al PP, Montero le espetó que “no hay mayor hipoteca que un Gobierno del PP”, Montero criticando que consideren los presupuestos “una hipoteca”, porque califican así “toda la inversión social” mientras defienden un modelo en el que las personas tengan “la educación y salud que pueda pagarse”.

Además, aseguró que “no es verdad que vayamos a entrar en recesión” y subrayó que el problema del PP es de “impotencia” ya que “han perdido la brújula económica” y están “absolutamente desconcertados” pues cambian de opinión en temas como la bajada fiscal o la excepción ibérica al precio del gas.

En cuanto a Vox, indicó que “cuesta trabajo debatir” con la formación porque “niega la realidad” y también “lo público” ya que defienden “viejas recetas” como las del expresidente de Estados Unidos Donald Trump, y “no aprenden” de la política que ha “dado al traste” con la ex primera ministra británica Liz Truss.

A Junts le criticó que “vivía mejor” con el Gobierno del PP y que, por tanto, en ese partido “supeditan sus intereses electorales a los intereses de los catalanes”, a los que pretende “aumentar el desapego” respecto al resto del país “porque creen que en ese caldo de cultivo pueden crecer electoralmente”.

Respecto a la enmienda de Ciudadanos, indicó que la formación de Inés Arrimadas enfrenta “a los nietos con los abuelos” por considerar que la revalorización de las pensiones supondrá “hipotecar” a los jóvenes, y opinó que la líder del partido está “políticamente desesperada”.

A la CUP le dijo que “otros temas”, en referencia a la mesa de diálogo con Cataluña y la reforma de “determinados delitos”, se tendrán que debatir “en otros entornos” y “nada tienen que ver con el apoyo a estos Presupuestos”. Por su parte, al diputado Carlos García Adanero, expulsado de UPN, le criticó que “no es buen discurso estar permanentemente enfrentando unos territorios con otros”.

CRÍTICAS

Durante la defensa de la enmienda a la totalidad de las cuentas públicas del PP, la portavoz de la formación en el Congreso, Cuca Gamarra, señaló que son los presupuestos con “más debilidades y carencias” que el Gobierno ha presentado en lo que va de legislatura y «abocan» a España «a la recesión».

Asimismo, cargó contra las previsiones macroeconómicas de los presupuestos, que están ajustadas “a una realidad en la que ya no vivimos”.

La ‘número dos’ del partido subrayó que los presupuestos “son el instrumento de política económica más potente que un Gobierno tiene para impulsar el crecimiento y el empleo, controlar la inflación y evitar la recesión”, tres cuestiones en las que se centraría un Gobierno “serio”.

En el turno de Vox, su portavoz en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros aseguró que nadie duda de que el PSOE tiene un “pasado criminal” y que el entendimiento del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con EH Bildu ha convertido a “todos los cargos» socialistas en “aliados” de la formación abertzale.

Además, afirmó que las cuentas para 2023 son “esencialmente sanchistas”, ya que coinciden con los anteriores en ser unos “Presupuestos Frankenstein”, en referencia a los aliados que el Gabinete de Sánchez está teniendo esta legislatura.

La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, por su parte, aseveró que unos presupuestos apoyados por unos “delincuentes”, haciendo alusión a los líderes del ‘procés’ independentista en Cataluña y a la cúpula de EH Bildu, no pueden ser “buenos” para España.

También destacó que si ERC decide apoyar estas cuentas es porque el Ejecutivo le va a hacer “un Código Penal a medida”, al tiempo que también tachó de “vergüenza” que los presupuestos “se paguen a cambio de terroristas”, refiriéndose al acercamiento de presos de ETA a las cárceles vascas.

Por Junts, Miriam Nogueras aseguró al Gobierno que no “ha anestesiado” al “catalanismo que defiende la libertad de Cataluña”, sino que “ha anestesiado a un partido catalán, que es muy diferente”, refiriéndose a ERC.

Desde el Grupo Mixto, el diputado de la CUP Albert Botran justificó el rechazo de su formación a las cuentas públicas para 2023 por el alto gasto militar y porque apoyarlo es un “sin sentido” para las “clases populares”. Por su parte, Carlos García Adanero (ex UPN) aseguró que los presupuestos son “consecuencia de unos acuerdos absolutamente inmorales” que permitirán “sacar a los etarras de la cárcel” y “eliminar” el delito de sedición. Por Foro Asturias, Isidro Martínez Oblanca, aclaró que su enmienda a la totalidad se debe a que los presupuestos están “perpetrados al servicio de los intereses electorales particulares de Pedro Sánchez y de las urgencias de sus socios” y que “reinciden en la precariedad y la incertidumbre”.

APOYOS

El presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, Jaume Asens, subrayó que el Gobierno es “fuerte” y “valiente” y “vanguardia en Europa”; que la UE, a diferencia de un PP “desconectado de la realidad”, ha entendido que bajar impuestos no aumenta la recaudación sino que amenaza el Estado del bienestar y terminó contraponiendo: “Ustedes rescatan bancos, nosotros rescatamos a la gente”.

Asens dijo que el momento actual es “equivalente” al New Deal de Franklin Delano Roosevelt, y defendió estos Presupuestos “expansivos” y que los paguen los ricos, la banca y las grandes empresas. Y terminó dando las gracias a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, de quien dijo que, sin ella, no sólo los Presupuestos sino la propia coalición “no sería posible”.

Desde el llamado ‘bloque de investidura’, el diputado de ERC Joan Margall aseguró que serán “ambiciosos y exigentes”, como “siempre”, en la negociación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2023 para poder “mejorar” estas cuentas porque “no negociar significa perder”.

Por el PNV, la diputada Idoia Sagastizabal celebró que los últimos movimientos del Gobierno hayan permitido recuperar “parte de la confianza perdida”, pero advirtió de que todavía queda “un trecho” para poder “acordar” los Presupuestos Generales del Estado de 2023, cuyas negociaciones están en “el punto de partida”.

En cuanto a Bildu, su portavoz en el Congreso, Oskar Matute, señaló que ellos no pedirán “millones para grandes infraestructuras que sirvan para engordar a empresas amigas a cambio de sobres, pases a palcos o asientos en sus consejos de administración” sino que exigirán “impuestos para que esas grandes empresas aporten lo que deben”.

Por el Grupo Mixto, el el portavoz del PDeCat, Ferran Bel, señaló que no tiene “nada claro” que el nuevo Ejecutivo fuera a ser mejor que el actual, y “por muchos déficits que tenga, que los tiene”, anunció su rechazo a dichas enmiendas. Íñigo Errejón (Más País) acotó, por su parte, que hoy no se discute “en detalle” el proyecto, y avanzó que cuando se haga defenderá sus anunciadas enmiendas para dar más recursos a la salud mental, a los comedores escolares universales y a la prevención y tratamiento de los trastornos alimentarios.

Asimismo, el diputado de Compromís, Joan Baldoví, avisó que si fuera por la “inversión inaceptable” en la Comunidad Valenciana y la ejecución de los anteriores, tendría motivos para haber presentado enmiendas a la totalidad, pero añadió que hay “aspectos muy positivos, progresivos”. Por el BNG, Néstor Rego aclaró que no apoyar las enmienda a la totalidad no significa que vaya a apoyar las cuentas públicas, y que si éstas no experimentan “cambios importantes”, dejando aparte su “resabio militarista”, no contarán con su voto a favor.

Por último, los portavoces de Coalición Canaria, PRC y Teruel Existe expresaron su confianza en mejorar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2023 para sus territorios mediante la presentación de enmiendas parciales.

(SERVIMEDIA)

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