Desde que la visita al dentista abrió todo un abanico de tratamientos y posibilidades para hacer que las sonrisas lucieran aún mejor, hay confusión en lo que son tratamientos de estética dental y lo que es un tratamiento odontológico en general.
Se llama estética dental a todo ese proceso por el que se busca una mejora en la imagen de las piezas dentales.
Siguiendo esta estela, entonces, habría que hablar, en primer lugar, del blanqueamiento dental.
Esta técnica lo que busca es rebajar el color dental hasta aproximarlo, dentro de la mayor naturalidad posible, hacia el blanco dental que se tiene en los primeros años del diente, cuando aún no ha sufrido coloración o amarilleado de la alimentación, las bebidas o el tabaco, por ejemplo.
Según explican desde Clínica Siero Dental, actualmente se pueden plantear dos tratamientos en este sentido.
El primero sería un tratamiento clínico que se realiza en una única sesión y donde es necesario el uso de láser o luz fría.
En segundo lugar, sería interesante un blanqueamiento domiciliario con una sesión clínica y varios días en los que el paciente tendrá que usar unas férulas personalizadas.
“Es un tratamiento seguro y que previamente lleva un estudio del estado bucodental para poder sacar el mayor partido a cada sesión. Si es necesario, se hace una limpieza previa para ayudar a que el gel que reacciona durante las sesiones se adhiera mejor y trate mejor la tinción dental” explican.
De hecho, es uno de los tratamientos que se ha incrementado por encima del 25% una vez que se retiró la obligatoriedad del uso de mascarillas porque hace que la sonrisa luzca mucho mejor y da confianza en el contacto y diálogo social.
Sin duda, el verse bien ha sido clave en ese proceso de desescalada, disparando el uso de los tratamientos estéticos en busca de una imagen que, tras la presión psicológica de la pandemia, haga sentirse cómodo, tranquilo y, sobre todo, seguro, en la vuelta a las reuniones sociales, a las conferencias e incluso a las oficinas.
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