La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, pidió este sábado al Consejo Ciudadano Estatal y a la militancia del partido que «por mucho que haya podido doler» la exclusión del Gobierno, «aceptemos el golpe y pasemos página», pero se reafirmó en que a partir de ahora la formación «se pone a trabajar con total autonomía política» respecto a Sumar y el PSOE.
Lo hizo en su intervención al inicio del Consejo, el mayor órgano de dirección del partido entre asambleas ciudadanas o congresos, que reconoció que había convocado para hoy porque lo sucedido con la exclusión de Podemos del Gobierno «no sólo es políticamente grave», sino que «es un error político de inmenso calado».
Belarra reiteró el mensaje habitual de Podemos de que «lo que el Partido Socialista no logró en 2019 lo ha conseguido finalmente ahora»: echar a Podemos del Gobierno porque este partido es «su espejo, el recordatorio permanente de que sí se puede», que sería «lo que nunca nos han perdonado», porque el PSOE «sólo tolera un socio que asuma sus límites», mientras Podemos ha «demostrado que las cosas podían cambiar, que esas cosas que nos decían que eran imposibles se podían hacer».
Así, enumeró como capítulos de un mismo plan por parte de los socialistas su intento de gobernar con Ciudadanos, su Gobierno en solitario tras la moción de censura de 2018; la retirada de su predecesor al frente de Podemos, Pablo Iglesias, «para evidenciar que era el Partido Socialista quien no quería formar un Gobierno de coalición» y la subsiguiente repetición electoral.
Ahora, finalmente, el PSOE lo habría conseguido al pasar «de pactar con Podemos a pactar con Sumar», según relató en la única mención que hizo a la formación de Yolanda Díaz en todo su discurso, y lo hace «comprometiendo con ello seriamente las posibilidades reales de transformación social feminista democrática y económica», porque «lo que ha diferenciado siempre a Podemos es que vinimos a cambiarlo todo», y siempre ha «mirado de tú a tú al Partido Socialista».
La exclusión del Gobierno, según ella, sería algo «injusto» pero, ante todo, «un error político garrafal» ahora que están «las derechas enardecidas en las calles» y «sectores reaccionarios del Poder Judicial afilando los cuchillos, simbólicamente hablando, contra el nuevo Gobierno», porque «a estas derechas no se les frena quedándonos como estamos, se les frena con más derechos», y Podemos habría sido el «motor» de todas las transformaciones y «una forma de hacer política que ni agacha la cabeza ni se rinde».
«VOLVER A GOBERNAR»
Pese a dicha exclusión, Belarra señaló que el «mayor patrimonio político» de Podemos es que cuando gobierna las cosas cambian, y llamo a cuidar ese patrimonio por encima de todo». Por ello, a partir de ahora se conjuró para «volver a gobernar y reconstruir el bloque democrático que el Partido Socialista ha roto» y apeló a que «mucha gente ahí fuera nos necesita y sólo tiene a Podemos», porque aspira a «una izquierda transformadora que no se conforme con la propuesta conservadora» del PSOE. Por eso, aunque se pueda «vetar a Podemos», no se puede «vetar a toda esa gente que hace mucho que se puso en pie y no está dispuesta a volver a arrodillarse».
La líder de Podemos dedicó la primera parte de su intervención a la guerra de Gaza, respecto a la que pidió a los cargos y simpatizantes de Podemos no dejar «nada por hacer» para presionar a Israel, como por ejemplo ir a las movilizaciones, recoger firmas, acudir a charlas «y que participemos de las acciones de boicot a las empresas que colaboran con Israel, como hace Carrefour».
Ante lo que dio en llamar un «intento de exterminio por parte del Estado de Israel» y «una barbarie sin precedentes», conminó a que «no puede ser en nuestro nombre, ni puede ser con nuestro silencio», y por eso arengó a «un movimiento social masivo». De hecho, según ella ha sido «la presión social y política» la que «ha logrado que finalmente el presidente Sánchez se haya tenido que mover».
Belarra continuó pidiendo a Sánchez, cuyo viaje a Israel denostó inicialmente por servir para «blanquear» a Netanyahu, que, «ahora que ha podido comprobar por sí mismo que a un Estado genocida como el israelí no se le puede frenar únicamente con palabras», se atreva a «dar un paso adelante definitivo y acordar medidas concretas», las que viene reclamando Podemos: romper relaciones diplomáticas con Israel, aplicar sanciones económicas «ejemplares» contra el Gobierno de Netanyahu y decretar un embargo de armas. También se reafirmó en su deseo de llevar al primer ministro israelí a la Corte Penal Internacional y juzgarle como criminal de guerra.
Finalmente, la secretaria general hizo una mención al Día Internacional de Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se celebra hoy, que le sirvió para dar de nuevo las gracias a su compañera de partido y hasta la semana pasada ministra de Igualdad Irene Montero, por cuya continuidad porfió en vano la formación. Belarra le agradeció a ella y su equipo «avanzar con paso firme en la garantía del derecho de todas las mujeres en España a vidas libres y seguras». «Se acabó normalizar las violencias más graves y también las más sutiles, que hasta ahora pasaban desapercibidas. España ya es otra, y ampliar y cuidar esa España es una tarea fundamental para Podemos», garantizó.
