El Glaucoma es una de las enfermedades oculares más comunes y, en Málaga, se contabilizan alrededor de 37.417 afectados. Uno de sus síntomas más frecuentes es la pérdida progresiva de visión que solo puede frenarse siguiendo las pautas fijadas por los médicos oftalmólogos.
Sin embargo, para la Asociación de Glaucoma para Afectados y Familiares (AGAF) resulta preocupante que alrededor del 40% de los recién diagnosticados de esta patología, lo que se traduciría en unos 7.483 malagueños, deciden no seguir adecuadamente dichos tratamientos, conllevando un aumento muy elevado de la pérdida visual. Quizá por este motivo, a día de hoy el Glaucoma sigue siendo la segunda causa de
ceguera en el mundo.
“Todo lo que se pierde con el Glaucoma, no se recupera. Este podría ser el mayor motivo por el que los pacientes deciden abandonar o no ser constantes en los tratamientos, porque no sienten una mejoría, no vuelven a ver como antes. Sin embargo, es muy importante saber que mantener estas pautas lo que nos va a evitar es el avance de la enfermedad y, por tanto, de nuestra ceguera, por eso, nunca debemos dejar de lado nuestros colirios y medicamentos”, destaca Joaquín Carratalá, presidente de AGAF.
Por ello, hasta el 30 de octubre, la Asociación de Glaucoma para Afectados y Familiares (AGAF) ha decidido realizar una campaña de concienciación, divulgación y explicación, destacando la importancia de seguir de forma exhaustiva y rigurosa y adecuada cada uno de los tratamientos contra el Glaucoma prescritos, los cuales pueden ser médicos (gotas y, en algunos casos comprimidos), quirúrgicos o con cirugía láser. Bajo el lema “Yo me trato y no miento… sigue los tratamientos” abogan por mantener el método y el orden en las prescripciones médicas sin engañar a los profesionales sanitarios puesto que el avance de la enfermedad ya les va a denotar que las pautas o no se han seguido o no se han realizado adecuadamente.
La propia Asociación señala que muchas veces los colirios empleados para tratar el Glaucoma tienen efectos secundarios, provocan escozor y enrojecimiento de los ojos generando que muchos pacientes opten por abandonar o no ser constantes en las pautas médicas. Sin embargo, antes de tomar esta determinación, la solución más rápida es conversar fluidamente con el médico para tratar de buscar alternativas y/o elegir un colirio más adecuado.